martes, 28 de diciembre de 2010

PRESO POR VIOLENCIA FAMILIAR

La Justicia porteña condenó a dos años de prisión efectiva a un hombre por amenazar y hostigar a su ex esposa, quien lo denunció por violencia verbal, física y sexual, y afirmó que el acusado “cuenta con denuncias anteriores por abuso sexual”. El juez penal contravencional y de faltas de la ciudad de Buenos Aires Gabriel Vega sancionó con la pena de “dos años de prisión efectiva por violación de domicilio y daño, y otros cinco días más por hostigamiento” contra el hombre, denunciado por su ex esposa el 1º de septiembre.




La mujer había realizado la denuncia ante una Unidad de Orientación y Denuncias del Ministerio Público Fiscal porteño, tras finalizar una relación de cuatro años que mantuvo con el condenado, con quien tuvo un hijo que ahora tiene tres años, y luego de abandonar el domicilio en forma temporal, según informaron fuentes judiciales.



Peritos que intervinieron en la causa reportaron que esa situación exacerbó las características violentas del denunciado, quien ingresaba a la vivienda “en forma violenta, doblando la puerta de ingreso, tomándola por la fuerza para comenzar así con las agresiones sexuales a la vez que la insulta y amenaza”. Las agresiones, manifestaron las fuentes, se producían en presencia del niño. La mujer expresó, según los peritos, que “la agresión sexual es una conducta frecuente ya que cuenta con denuncias anteriores por abuso sexual”.




Los peritos sostuvieron que el hombre “tiene problemas de abuso de alcohol, porta arma blanca y cuenta con causas judiciales anteriores y un pedido de rebeldía” y manifestaron que “parece no respetar ningún tipo de límite, desafiando todo tipo de restricción que se le imponga”.



Por el peligro que corrían, la mujer y el niño fueron trasladados a un Refugio para Mujeres Víctimas de Violencia, ubicado en Villa Fátima. El fiscal subrogante Jorge D’Alotta, cotitular de la Fiscalía Contravencional y de Faltas 12 de la ciudad de Buenos Aires, dispuso la intervención telefónica y libró la orden de detención del hombre, que no pudo concretarse porque no encontraron al acusado.



El 29 de septiembre el fiscal Cristian Longobardi, en ese momento a cargo de la Fiscalía 12, pidió una nueva detención, pero con intervención de la División de Violencia de Género de la Policía Metropolitana.



El 3 de diciembre se realizó una nueva audiencia de prisión preventiva y el juez Vega no otorgó la nueva prórroga porque el denunciado tenía prisión preventiva en curso de la Justicia nacional por lo cual ya estaba preso, informaron fuentes judiciales.



El fiscal Longobardi, en tanto, dijo que “no sólo se probó que el hombre ingresó a su ex casa sin autorización, sino que provocaba daños en la casa y maltrataba a la mujer”. “Se lo investiga por abuso y violación”, expresó el fiscal en declaraciones a la tevé y sostuvo que “se le dictaron dos años de prisión efectiva”.



Longobardi manifestó que “este tipo de casos no se tiene en cuenta por cuestiones probatorias. Es la palabra de uno contra la palabra del otro”.

MATAR UN RUISEÑOR

Matar un ruiseñor (inglés: To Kill a Mockingbird) es una novela escrita por Harper Lee publicada en 1960, que ganó el Premio Pulitzer. Alcanzó muy rápidamente el éxito y se ha convertido en un clásico de la literatura norteamericana moderna de ficción. La novela está inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia y sus vecinos, como también en un incidente que ocurrió cerca de su ciudad en 1936, cuando ella contaba con 10 años de edad.



Aunque la novela trata sobre temas serios como la violación y desigualdad racial, también es alabada por su calidez y humor. El padre de la narradora, Atticus Finch, ha servido como ejemplo de moral para muchos lectores y como modelo de integridad para los abogados. Un crítico explicaba el impacto de la novela diciendo, "En el siglo XX, Matar un ruiseñor es el libro más leído sobre el tema racial en Norteamérica, y su protagonista, Atticus Finch, es el personaje de ficción más destacado de heroismo racial."



Siendo una novela gótica sureña y un Bildungsroman, los temas principales de Matar un ruiseñor comprenden la injusticia racial y la destrucción de la inocencia. Los estudiosos también han hecho notar que Lee también toca temas de clase, coraje y compasión, y de roles de género en el Sur norteamericano. El libro se utiliza ampliamente en las escuelas de países angloparlantes, junto con lecciones que enfatizan la tolerancia y condenan los prejuicios.

La historia transcurre a lo largo de un período de tres años durante la Gran Depresión en el viejo pueblo ficticio de Maycomb, Alabama. La narradora es Scout Finch, de seis años de edad, quien vive con su hermano mayor Jem y su padre Atticus, un abogado viudo de mediana edad, a quien se le encarga la defensa de un hombre de color TOM ROBINSON acusado de violar a una joven blanca.
"'Matar un ruiseñor' es matar aquello que es inocente e indefenso — como Tom Robinson